Un restaurante de Harbin (norte de China) ha abierto sus puertas con unos particulares camareros y cocineros: 20 robots con diferente apariencia, más de diez tipos de expresiones faciales y la capacidad de recibir a los clientes con distintas frases de bienvenida. Según informó hoy la prensa local, los robots, valorados en 20.000 yuanes (3.217 dólares) cada uno, miden entre 1,30 y 1,60 metros y tienen la inteligencia de un niño de tres o cuatro años. El local cuenta con robots preparados para cocinar raviolis chinos, hacer los fideos, freír las verduras, entregar los pedidos de comida, llevar la carta de platos y bebidas y dar la bienvenida a los comensales, entre otras funciones. De acuerdo con el responsable del restaurante, Liu Hasheng, los androides que cocinan están programados para agregar una cantidad adecuada de sal y aceite a los platos, además de saber controlar la temperatura del aceite a la hora de freír.
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